sábado, 1 de octubre de 2011

Coexistencia en fantasia


Elemental es su elemento etéreo al ojo humano,
en que fluido o espeso cuerpo manipulan energía,
invisibles ante el peligro del temor agresivo,
huyen y se escabullen como aire al pasar.
Amigos silenciosos de los niños puros de corazón,
juegan entre sus cosas día y noche en azar,
al veo-veo o quizás al no te veo juegan y divierten,
humorizan sus visitas con sorpresa e ilusión.
Difícil es lograr verlos en mala vibración, cual invisible imaginar,
porque un aura negativo repele su presencia, y crea malestar,
y casi imposible es conseguir su confianza,
en ofrendas comestibles de leche y pan, de leyendas al oído,
que en las noches solemos dejar, por recado en confusión.
Lo esencial es invisible a los ojos,
vemos en grafittis urbanos sin citar,
entonces la consciencia de una ignorancia viva,
inunda nuestras mentes en nostalgia de no captar.
Solo pensar en cuantas formas lo esencial escapa,
en cuantos planos lo invisible transcurre sin nosotros,
y recordamos cuanta razón tenía Albert en teoría,
y cuanta más inmensidad escapa a los ojos,
y en nuestras primitivas razones ciegas de verdad primitiva.
Pobres niños que negligentes medicaron por esquizoides,
que en su pureza confesaron ver diminutas siluetas,
dentro de senos positivistas de clerical entendimiento,
y condenaron almas sanas de privilegio ancestral.
Ni hablar de unicornios, dragones, minotauros,
silfos, elfos, duendes, hadas, gnomos, enanos,
pegasos, centauros, sirenas o quimeras;
pero de enseñar batallas sangrientas en capricho,
e inculcar amor a héroes y santos inventados en dogma, sí.
Es esencial para el dominio social, el estructurar hasta la imaginación,
divide y reinaras matando la fantasía de un niño,
fantasía o ciencia-ficción, solo términos de catálogo,
solo etiquetas de superstición de cobardes autómatas del pensamiento.
Llegara el día en que nuestros niños revelaran la verdad,
y no lucharan por develarla, ganando reputación psiquiátrica,
pero si paz y equilibrio en energía de dios universal.
Las cátedras serán obsoletas, las credenciales sucumbirán,
ante la nueva enseñanza de niños sabios sin religión,
ancianos de cuerpo joven en conexión divina.
Nos hacen pensar cuanta razón Benjamín Solari,
tu guía ilumino el camino contigo y en dibujos hablo,
nosotros vemos el futuro dentro de los garabatos.
El tiempo y el cambio son próximos en medio del caos,
sepamos ver los elementos como niños en puro amor,
y en amor sabremos coexistir infinitamente encarnados.

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